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martes, 12 de mayo de 2020

¡Viva la madera! No todo se pinta.


Soy una enamorada de los muebles de madera. Y más, los antiguos, con solera, con la veta bien pronunciada. Por suerte, por mis manos han pasado algunos muebles así. Los clientes normalmente los quieren pintar enteros. Pero yo suelo resistirme. No todo hay que cubrir con la pintura. Y si la pieza es bonita, merece la pena destacar la madera de la que está hecha.

Cómoda de unos 100 años hecha de madera de Peral. 


La cómoda de arriba estaba en bastante mal estado y con la madera sin vida. Hubo que repararla antes de pintar y hacer una limpieza profunda de la madera con el producto especial para recuperar la veta. Después, barnizar y pulir a mano con cera incolora para conseguir el brillo suave y el tacto sedoso. 


Cómoda de los años 70.  Mueble de cliente.

Cuando los muebles son de líneas rectas y los pintamos enteros, se convierten en los objetos cuadriculados, sin vida y personalidad. Pero si dejamos unos cajones o puertas en su color original, los convertimos en las piezas de mobiliario de los mas originales y diferentes del resto.


Sinfonier de los años 60 en madera maciza. Mueble de cliente.
  
Y donde más me gusta conservar la madera es en las mesas y sillas. Primero, porque queda muy llamativo y actual. Segundo, por el sentido práctico, ya que la superficie barnizada es más resistente al roce que la pintada.


Mesa, silla y el banco en una cocina. Pintados en color Blanco vintage
y barnizados de nuevo. Muebles de cliente.


Detalle de la mesa con un ligero envejecido.


Banco pintado en color Blanco vintage, envejecido en las molduras y
barnizado de nuevo. Mueble de cliente.


Sillas pintados en Blanco vintage. Los asientos barnizados de nuevo. 
Muebles de cliente.


Mesa, taburetes y el banco-arcón pintados en color Gris. La madera lijada
y barnizada de nuevo. Muebles de cliente.


Algunas veces yo me he llevado una sorpresa al descubrir debajo de capas y capas de un lacado antiguo, la madera noble. Lleva mucho de lijado para descubrirla, pero merece la pena, ya que el mueble cambia por completo, perdiendo  la uniformidad de un mueble de serie. ¿Y quien no quiere tener una pieza así en su casa?


Lijado de las molduras de la puerta.


Un típico mueble con mármol de los años 50. Esta totalmente restaurado.
Pintado a mano en color  Gris visón y Blanco vintage. 


Creo que después de ver estos muebles Ud. mirará unas cuantas veces a los que tiene en su casa. Seguro que pueden ser unos tesoros por descubrir. Así que si no tienen carcoma y no están rotos, los puede recuperar para convertirlos en muebles totalmente personalizados e únicos. Pues, manos a la obra.

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